Diputació de Girona
back to top
 

Ricardo Pinto dos Santos

Doctor en Historia Comparada por la UFRJ

Ricardo Pinto dos Santos

En 2005, completó su Licenciatura en Historia en la Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ. En 2008, completó su Maestría en el Programa de Pós-Graduação em História Comparada  de la UFRJ, habiendo publicado su disertación en el libro “Entre ‘Rivais’: Futebol, Racismo e Modernidad no Rio de Janeiro e em Buenos Aires (1897-1924)”, Mauad Editora, Río de Janeiro, 2012. En 2014, completó su Doctorado en el Programa de Pós-Graduação em História Comparada  de la UFRJ. Su tesis ha dado origen a “História, Conceitos e Futebol – Racismo e Modernidade no Futebol Fora do Eixo – 1889 – 1912”, publicado por la Editora Appris em 2020.

Fue coordinador general del Centro de Memoria do Vasco da Gama (2009-2015), habiendo realizado un trabajo pionero en Brasil de conservación, organización, digitalización y difusión del archivo histórico de ese importante club de fútbol, recuperando, organizando y digitalizando miles de documentos.

Experiencia

«Racismo y fútbol: Inconsistencias del discurso sobre la lucha contra el racismo a partir de la indagación de archivos»

Sin miedo a equivocarme, puedo afirmar que el fútbol es el deporte del siglo XX. El fútbol es el deporte que genera la mayor movilización de personas en el mundo y, por lo tanto, el que produce la mayor red de conexiones con la sociedad. Además, se ha convertido en uno de los grandes productos de la contemporaneidad. Al movilizar cada vez a más personas y, sobre todo, mover cada vez mayores cifras económicas, el fútbol acabó convirtiéndose en un evento en sí mismo, ya que ningún otro deporte involucra cifras que nos permitan hacer una comparación.

En Brasil, este escenario también se confirma. Con la consagración brasileña a partir de la conquista del campeonato mundial por la tercera vez, en 1970, el país asume un lugar destacado en el mundo del fútbol. Como resultado, los jugadores brasileños se volvieron «mercancías» cada vez más costosas y, en consecuencia, el fútbol se convirtió en uno de los negocios más rentables de los nuevos tiempos, también en Brasil.

Sin embargo, a pesar de su protagonismo en el panorama deportivo mundial y, en particular en el caso de Brasil, de la importancia de este deporte en la construcción del imaginario de lo que sería ser brasileño; lo que se confirma, a grandes rasgos, en el país y en el exterior, solamente una pequeña parte de los agentes involucrados comparten el enorme volumen de dinero que mueve este juego.

En esta estructura completamente desigual, los proyectos relacionados con la historia, la memoria y la preservación de acervos, dentro de un club de fútbol o de otras instituciones, son descartados rutinariamente por no presentar «resultados» inmediatos ni retorno económico para los clubes. Así, aún hoy, temas como el racismo se siguen entendiendo desde una perspectiva constituida, básicamente, por investigaciones realizadas fuera de los clubes y, sobre todo, por miradas precipitadas sobre el tema, fruto de una lectura poco profunda, marcada mayoritariamente por la pasión por el club y por las historias contadas por periodistas deportivos que, en general, reproducen estos «cuentos» futbolísticos como verdades absolutas.

En Brasil, puede hallarse una historia en el imaginario de los clubes en relación a la lucha contra el racismo. En general, los clubes participan en este debate porque, en algún momento de su trayectoria, han permitido el ingreso de negros a sus filas de deportistas. Por eso, insisten en auto-legitimarse como pioneros en la lucha contra el racismo deportivo en Brasil.

Sin embargo, la experiencia dentro de los archivos de los clubes y, principalmente, a través de una perspectiva mejor definida sobre lo que sería el racismo en el deporte y, en particular, lo que representa la lucha antirracista en este escenario, permite verificar que en Brasil no ha habido una verdadera lucha contra el racismo en el deporte.

De hecho, lo que observamos a través de los documentos es un completo silencio respecto a las cuestiones raciales. Contrariamente a lo que afirman los clubes, la entrada de negros provino, fundamentalmente, de la necesidad de construir equipos buenos y ganadores y no de un movimiento de ayuda o apoyo a la población negra en general.

Además, indagando en sus archivos, se constató que los clubes que se autorreconocen como pioneros en esta lucha, también tomaron medidas de distinción social / racial que comprometen definitivamente el discurso de la lucha antirracista. No es de extrañar que algunos clubes hayan adoptado posturas muy celosas para habilitar el acceso a sus archivos.

Por último, al igual que hoy, la lucha contra el racismo en el deporte brasileño ha estado ligada a acciones de poca o ninguna efectividad de articulación con la población negra. En general, las actividades que buscan visibilizar la lucha contra el racismo –como las pancartas llevadas al campo de juego– representan mucho más acciones de marketing que un cambio en la estructura racista que se impone.