Diputació de Girona
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Razia Saleh

Directora del Departamento de Archivo e Investigación. Fundación Nelson Mandela.

Razia Saleh

Razia Saleh es la directora del Departamento de Archivo e Investigación de la Fundación Nelson Mandela, donde supervisa la creación de una fuente de información integrada y dinámica sobre la vida y la época de Nelson Mandela, y la investigación y el análisis necesarios para apoyarla.

Razia Saleh también es miembro de la Junta de la Fundación Ahmed Kathrada, creada por este activista antiapartheid. Kathrada fue condenado a cadena perpetua durante el juicio de Rivonia junto con Nelson Mandela y otros activistas.

De 2001 a 2006, fue la coordinadora del proyecto de creación de los archivos del Congreso Nacional Africano (ANC). Su principal responsabilidad era velar por la ordenación y la descripción de los archivos del ANC, que principalmente estaban formados por la documentación generada durante el periodo en que el ANC estuvo en el exilio, de 1960 a 1990.

De 1988 al año 2000 ayudó a crear la ONG Archivo Histórico de Sudáfrica (SAHA), que se fundó para conservar el fondo del Frente Democrático Unido (UDF) y sus afiliados, y trabajó en este. El UDF fue la principal organización antiapartheid que actuaba en Sudáfrica en los años ochenta. Razia era una activista comunitaria que luchaba contra el apartheid, trabajaba a tiempo completo para el UDF y, antes de este cargo, para el Congreso Indio de Transvaal (TIC) al acabar sus estudios. Mahatma Gandhi fundó el TIC en 1904, cuando vivía en Sudáfrica.

Ponencia

«“Sport has the power to change the world”: The Nelson Mandela Archive»
(‘«El deporte puede cambiar el mundo»: el Archivo Nelson Mandela’)

«El deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Tiene el poder de inspirar, tiene el poder de unir a la gente como pocas otras cosas».
NELSON MANDELA, 25 de mayo de 2000 (Montecarlo)

Mientras preparaba este artículo, consulté varias citas de Mandela y encontré más de una docena sobre el deporte. Aun así, la citación más frecuente y la más utilizada es la de arriba. El deporte, sin duda, tuvo un lugar especial en el corazón de Mandela. La disciplina, el ejercicio de las rutinas, el reto físico y mental interpelaban a su naturaleza. En una carta a su nieto Dumani, lo anima a practicar deporte: «hacer algún deporte, como correr, nadar o jugar a tenis, te mantendrá sano, fuerte y despierto».

Esta presentación empezará con una breve visión general de la Fundación Nelson Mandela y el Centro de la Memoria, y después se centrará en el trabajo en los archivos para gestionar el legado de Mandela en la Sudáfrica contemporánea. Con todo esto se entrelazará el papel y el lugar del deporte en la vida de Mandela.

Cuando, en mayo de 1994, se convirtió en presidente de Sudáfrica, Mandela tenía setenta y cinco años. Dada su edad, se mostró reticente a ocupar este cargo, pero cuando lo convencieron aceptó con la condición de que solo cumpliría un mandato. Por lo tanto, en junio del 1999, cuando acabó su mandato, no se presentó a la reelección. Poco después, se dio cuenta de que, a pesar de que ya no era presidente de Sudáfrica, todavía estaba bastante activo llevando a cabo toda una serie de actividades y de que necesitaba apoyo. Así, la Fundación Nelson Mandela se creó como su oficina posterior a la presidencia, y durante los cinco años siguientes el papel y la función de esta entidad fueron apoyar los varios intereses y proyectos benéficos de Mandela.

En 2004, Mandela, poco antes de cumplir ochenta y seis años, anunció que se estaba «jubilando de la jubilación» y quería tener tiempo para él, y para su familia y amigos. Entonces, la Fundación pasó un periodo en el que cambió de enfoque, puesto que dejó de ser solo la oficina pospresidencial de Mandela para pasar a propagar su legado a través de la memoria, el diálogo y el trabajo de conocimiento del legado, y para continuar apoyando las tareas cada vez menores llevadas a cabo por Mandela.

El espacio físico también se reconfiguró para adaptarse a estos cambios y pasó a denominarse Centro de la Memoria Nelson Mandela. Los principios que rigen la Fundación Nelson Mandela son los siguientes:

  • La creación, el establecimiento, la protección y la conservación de un centro de la memoria sobre Nelson Mandela, que contiene un archivo de la vida, las obras y los escritos del fundador.
  • El fomento de un diálogo sobre las cuestiones sociales más importantes, incluidas las cuestiones específicas relacionadas con los derechos humanos y la democracia, para contribuir a una sociedad justa.
  • La promoción o la participación en actividades filosóficas, incluido el diálogo sobre cuestiones relacionadas con los derechos humanos y la democracia.
  • La captación de fondos para el logro de los objetivos del Patronato.
  • La prestación de servicios de apoyo o la promoción de los intereses comunes de entidades en beneficio público.

 

La vida de Mandela duró nueve décadas y media. Nació en 1918, cuando Sudáfrica estaba bajo el dominio colonial británico. El poder político y económico lo ejercían los colonos bóeres y la población británica, y la mano de obra africana era explotada en las minas, granjas y fábricas. En 1912 se constituyó el Congreso Nacional Africano (ANC) para luchar contra esta exclusión y discriminación, y Mandela se asoció en 1944, a pesar de que cuatro años más tarde se introdujo el apartheid con la llegada al poder del Partido Nacional.

Fue arrestado en agosto de 1962 y pasó los veintisiete años y medio siguientes en las prisiones del apartheid. En la prisión, Mandela empezó a dialogar con el gobierno del apartheid a mediados de los años ochenta, y fue en parte por eso (y por varios factores más) que en 1990 el ANC y otras organizaciones no fueron prohibidas y Mandela fue liberado el 11 de febrero.

El 5 de diciembre de 2013, Nelson Mandela murió en su casa, en Johannesburgo, situada no muy lejos del Centro de la Memoria Nelson Mandela. Tres semanas antes de morir, la Fundación había abierto oficialmente una exposición permanente sobre la vida y los tiempos de Nelson Mandela que incluye la visita a su despacho tal y como lo usó, su medalla del Premio Nobel de la Paz y varios manuscritos, enseres, y grabaciones de sonido y vídeo.